Estamos iniciando un nuevo año con muchas expectativas, anhelamos que éste sea mejor que 2022 o al menos diferente.

¿Por qué nos preocupa y nos ocupa tanto las tendencias de liderazgo, dondequiera que se viva? Pues porque es en los líderes que recae la ruta del management. Una visión y objetivos estratégicos ambiciosa, retadora, positiva requiere de un buen liderazgo para su implementación y obtención de resultados exitosos.

¿Qué sería un buen liderazgo en los tiempos que corren y qué serian resultados exitosos? Sin duda la pandemia cambio mucho la definición y las cifras de éxito, así como también, los requerimientos sobre los lideres pasaron de ser un idealmente… a ser un clamor urgente. Es a través de una gestión adecuada como las empresas lograrán reposicionarse, no perder competitividad o sencillamente no dejar de existir en un entorno y momentos tan agresivos, demandantes y complejos.

En materia de liderazgo no funciona muy bien eso de dejarle al universo que tengamos los líderes que necesitamos. Nos corresponde a todos nosotros poner de nuestra parte y alineados, en armonía de propósitos, seguir el sendero correcto para el logro de nuestras metas. Más del 60% de las personas que están al frente del área de gestión de talento humano están tremendamente preocupados por la efectividad del liderazgo, así como por la preparación (o su falta) de los líderes del futuro.

En los últimos años hemos visto una marcada tendencia hacia la búsqueda de la humanización de la figura del líder en las empresas, a buscar personas que dejen de lado la micro gerencia y el “capatazgo” para entrar en el papel de líder en su totalidad. Hemos, sin duda, tenido avances al respecto, sin embargo, debo decir que no al ritmo necesario para afirmar que tenemos líderes consagrados. En momentos en los que hablamos de inteligencia artificial, robótica inteligente, realidad virtual, agilidad y otros temas similares ninguna empresa puede darse el lujo de seguir con una jefatura tradicional, conservadora y de espaldas al liderazgo.

¿A qué llamo líderes consagrados? A aquellas personas que entienden, aceptan, sienten y profesan un comportamiento y el sentir de una persona que es un guía visionario que sabe que a través de su equipo es como se crece y se llega a donde realmente sabe que quiere ir, no un jefe que reparte tareas, reproches y culpas olvidando el reconocimiento y dar el ejemplo, es quien es coherente y congruente, de manera que sus acciones hablan por sí solas, o lo que es lo mismo que su actuación no es antagónica a su discurso.

No son pocos los casos en los que los líderes que no prestan sus servicios a corporaciones internacionales no hacen una planificación anual ni definen objetivos estratégicos. Es el momento de recordar una gran frase: locura es hacer siempre lo mismo y esperar resultados diferentes.

Ya en 2022 a través de mi cuenta de Instagram @soyananocerino hice un video en el que explicaba brevemente las tendencias gerenciales para 2023. Igualmente, en una ponencia titulada Liderazgo o líder haz algo, con ocasión del noveno aniversario de ICF Capítulo Venezuela hablé de estas tendencias. En este articulo profundizo y amplío mis ideas al respecto para compartirlas con todos ustedes.

Que hayan surgido muchas empresas pequeñas a raíz de la pandemia y haya muchas PYME no quiere decir que no necesiten estrategia, que no necesiten un modelo de negocios y que no necesiten estar al tanto y seguir las tendencias, en otra escala claro está, porque el mercado es el mismo y la lucha por la supervivencia es aguerrida. Con contadas excepciones, no es para nadie un secreto que a la fecha se hace diez veces más el esfuerzo de hace unos años para obtener a veces menos de la mitad de lo que se percibía anteriormente. ¿Qué nos dice esto? La contratación, la capacitación y el liderazgo deben ser adecuados y cónsonos con cada realidad organizacional a fin de que puedan obtenerse los resultados esperados.

¿Qué clase de liderazgo necesitamos?

En primer lugar, necesitamos líderes que puedan ser capaces de crear liderazgo y no seguidores y mucho menos repetidores de conductas fallidas o no. Para que esto sea posible, es fundamental que prive el bienestar general sobre las ansias de poder y control y crear equipos autodirigidos, de alto desempeño y preparar la generación de relevo.

Un liderazgo propositivo, en el que no se repartan funciones y tareas, sino que se difunda, acuerde, haciendo uso de la inclusión y la diversidad los objetivos estratégicos y en una suerte de encuentros tipo Open Space Technology o World Café se abra espacio para que todas las voces se escuchen y en conjunto se logre un gran curso de acción en el que todos son protagonistas y están comprometidos.

Un liderazgo motivante, retador, inclusivo, de puertas abiertas, coherente que anime las discusiones sanas, el debate y el crecimiento continuo típico de las empresas que aprenden y crecen continuamente, cuyo compromiso es creciente y contagioso. Todo esto nos dice que el liderazgo debe estar orientado al colaborador.

Un liderazgo emocionalmente inteligente, lleno de lideres y colaboradores empáticos, positivos, impulsados por un gran entusiasmo. La labor socio-psico emocional ejercida positivamente por lideres dentro de las organizaciones es fundamental para crear sentido de pertenencia, lealtad, fidelidad y genera un clima laboral tremendamente positivo y satisfactorio.

Un liderazgo flexible, que se mantenga al día con los cambios del entorno ya que estos se producen con mucha rapidez, tecnológicamente actualizado y convertirlo en puntos de conversación y generación de nuevos cursos de acción, de manera inclusiva, sin imposición. Esto da origen a la innovación, fomenta la creatividad y el aporte de ideas.

De los puntos anteriores se deduce que el liderazgo ha de ser participativo, colaborativo y comunicativo. Es momento de soltar creencias obsoletas como: información es poder. El verdadero poder es un poder positivo, es hacer y lograr y con ello ganar-ganar. Al respecto de la comunicación, se ha comprobado que, en entornos efectivos, de alto desempeño, la comunicación es fluida e informal, enmarcada dentro del respeto y fundamentada en valores, donde los errores son la gran oportunidad de generar aprendizaje y nunca retaliación.

Un liderazgo con mentalidad global, aunque su campo de acción sea local. El liderazgo debe ser efectivo de manera remota, traspasar barreras culturales y geográficas, hacer un buen manejo de la distancia para acercar a sus miembros, eliminar estereotipos y cualquier tipo de discriminación.

Cuando estamos frente a un liderazgo capaz de poner en la mesa lo mejor de si para todos, con honestidad, franqueza, humildad y apertura, podemos asegurar que es confiable y, en definitiva, el tipo de persona que se requiere para navegar con éxito en el 2023 y siguientes.

Estas tendencias de liderazgo se han convertido en una gran necesidad. Las empresas no tienen tiempo que dejar pasar ni postergar la contratación adecuada, la formación o actualización (upskilling y reskilling) de sus líderes y el nuevo liderazgo organizacional. El momento de estar en sintonía con el ritmo de las tendencias organizacionales es ahora.

De manera presencial o remota podemos hacer el análisis adecuado, que nos llevará al diagnóstico correcto para ofrecerte la estrategia y curso de acción acorde a tus necesidades. No existen fórmulas únicas. Ofrecemos un trabajo impecable, respaldado por una gran cantidad de años de experiencia para que logres el cambio, crecimiento y el éxito que buscas.

¿Qué micro paso para acercarte a este objetivo puedes dar hoy?

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