¿Consultor externo en gestión humana?

Cuando piensas en un proyecto o trabajo puntual de consultoría es por lo general para abordar situaciones complejas que no forman parte del día a día de la empresa que representas. Muchas veces lo primero que aflora es el temor del costo y las presiones de presupuesto o proyecciones de gastos limitadas que tienes, del tiempo y hasta de la confidencialidad que deseas guardar y mantener puertas adentro y muy seguramente, mientras tomas una decisión vas por el camino de la postergación.

Si te debates entre aprovechar tu personal para atender y/o resolver situaciones que no están marchando como quisieras o como es lo esperado, o bien para cumplir con lo previsto en algún plan de acción para ese año, es importante que pongas en una balanza los pros y los contras de hacerlo con recursos propios o con un consultor externo.

Te dejo unos tips muy útiles para tomar en cuenta que pueden ayudarte a tomar esa decisión:

Un consultor externo es la alternativa que más oportunidades te brinda de entregar el caso a manos especializadas, mentes enfocadas, con una extensa gama de experiencias por la diversidad de casos y contextos en los que ha tenido que gestionar situaciones similares, por lo que muy unida a esta ventaja, está todo el aprendizaje que tanto a nivel individual, como grupal y colectivamente puede ocurrir ya que ha aportado ideas novedosas.

Adicionalmente, a favor de la consultoría externa hay otro elemento muy importante que es la objetividad y la búsqueda del bien mayor y no el particular, sin enganche emocional alguno ya que no se ve afectado directamente con ningún curso de acción ni con los resultados esperados. Como sabes, cuando en una organización se toman decisiones, se plantean cambios significativos de cara al futuro de la empresa y sus integrantes, se estremecen las vulnerabilidades, se encienden las alarmas y se desatan los miedos ante la gran pregunta: ¿Qué impacto tiene esto para mí? Por lo tanto, es muy probable que con recursos internos no logres los resultados esperados si lo que se debe gestionar afecta negativamente intereses particulares. Si te quedan dudas al respecto te hago la siguiente pregunta: ¿Cuántas veces has visto que ante los entes que representan la empresa las personas emiten solo la mitad de la opinión que tienen, sea cual sea el tema y, sin embargo, cuando están frente a un consultor que ya saben que mantendrá la confidencialidad, se abren a decir exactamente lo que piensan y revelan información que de otra manera no lo harían? 

Muy en línea con este aspecto, está el hecho de llegar al verdadero origen del problema o situación a resolver. ¿Cuál es la relación? Precisamente el problema en sí. Cuando no se es parte de la solución es porque se es parte del problema. ¿Qué quiero decir con esto? Pues que para los miembros de una organización resultara evidente, revelador y delicado que el origen del problema y sus protagonistas queden al descubierto, por lo que tanto los miedos como los intereses pueden llegar a una raíz distinta a la verdadera para evitar las posibles consecuencias o evadir las responsabilidades. Si el tema es abordado por un consultor externo experto, hará el diagnostico adecuado y manejará la situación de tal modo que las únicas consecuencias posibles sean la enmienda, el crecimiento y el cambio tan esperado, de la mejor manera posible.

¿Qué desventajas pueden encontrarse contratando un consultor externo?

¿De qué tamaño es la organización que representas? ¿Cuántas personas dentro de ella pudieran hacerse cargo de un proyecto similar sin interferir con el normal desempeño y flujo de sus procesos y funciones? Te recomiendo evaluar este aspecto con mucho detenimiento si deseas éxito como resultado, porque una cosa es el deseo, las ganas, el entusiasmo y otra la realidad del día a día. Las emergencias, los imprevistos y la vorágine de los constantes cambios de señas derrota cualquier propósito que no se ha dimensionado adecuadamente en tiempo y esfuerzo. Mi experiencia me dice que las personas que están a diario dando lo mejor de sí para lograr sus objetivos, muchas veces no tienen el tiempo ni para responder preguntas o revisar el material que el consultor ha preparado.

Otros inconvenientes los mencioné al inicio: costos y conocimiento de la empresa. Sin duda, será siempre una desventaja para el consultor externo competir con un grupo calificado de talentos que ya son parte de la organización por lo que no percibirán un ingreso extra y que además conocen muy bien la empresa.

Al respecto de estas desventajas te hago una pregunta de reflexión: ¿Crees que estás logrando algún ahorro cuando el resultado adecuado y el éxito están en juego? ¿Qué sería más costoso para la organización? Pagar por la consultoría de manera puntual o no pagar para seguir con el problema. Por otra parte, el desconocimiento de la empresa por parte de un consultor externo es algo que puede fácilmente solucionarse. Te preguntarás: ¿Cómo?

Quizás te preguntes también que como sabrás que estas invirtiendo tu dinero en el consultor adecuado. Como buena Coach vuelvo a preguntarte: ¿A qué llamas un consultor adecuado? Este es un punto que debes tener tremendamente claro, igual que si estuvieras fijándote un objetivo, quedará bien redactado y encaminado solo si sabes lo que quieres lograr. ¿Qué hacer con toda esta información y como obtener lo mejor de los dos mundos? Aquí te presento mi propuesta:

Crea una alianza que permita dar a luz una consultoría mixta, te planteo aceptar una sociedad entre el consultor externo y un representante (o un equipo, pero pocos integrantes) interno de modo que todas aquellas cosas que podían preocuparte de no tener alguien con el conocimiento de la empresa, alguien que absorba habilidades y destrezas como parte de su desarrollo profesional y plan de carrera con el proceso y el proyecto. Con esto en mente lo que harás es una inversión con un excelente retorno.

¿Quién es tu consultor ideal?

Para llegar a ello, define lo que necesitas de esta persona y con base en ello busca identificar esas características entre quienes entrevistes para tal efecto. Permite que la confianza que te genere tenga un peso importante ya que más allá de la trayectoria y certificaciones del consultor que son sin duda muy importantes, está la confiabilidad y las relaciones estrechas que deberán desarrollarse a lo largo del proyecto para hacer equipo. Necesitarás confiar y sentirte en sintonía. Haz una selección adecuada con base en tus necesidades y preferencias. Quédate con aquella persona que tenga el conocimiento y el carisma necesarios para articular, delinear, precisar, guiar y conducir el proceso con profesionalismo y de manera impecable.

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